Mi padre es la primera generación de panaderos artesanos, inició su profesión en un pequeño pueblo de la alpujarra granadina (Andalucía) y en el 1981 emigró a Blanes (Cataluña) junto con su familia. Siguió trabajando en un obrador del pueblo hasta que, en 1995, debido a que el dueño iba a cerrar el negocio, decidió embarcarse en ser empresario y llevar junto a su mujer el negocio. Pasaron los años y sus 2 hijos también empezaron a entrar en ese mundo de oficio artesano. En 2001 nos instalamos en el nuevo obrador, situado en la planta baja de la vivienda.